178 Sea la paz
Levantándose, reprendió al viento y dijo al mar: Calla, enmudece. Marcos 4:39
Marcos 6:45–51; 4:35–41; 2 Corintios 4:5–16
Si b (Capo 1 - La)
Con emoción
1. ¡Maestro, se encrespan las aguas
y ruge la tempestad!
Los grandes abismos del cielo
se llenan de oscuridad.
¿No ves que aquí perecemos?
¿Puedes dormir así,
Cuando el mar agitado nos abre
profundo sepulcro aquí?
Coro:
Los vientos, las ondas oirán tu voz,
“¡Sea la paz!”
(“¡Sea la paz, sea la paz!”)
Calmas las iras del negro mar,
Las luchas del alma
las haces cesar,
Y así la barquilla do va el Señor,
Hundirse no puede
en el mar traidor.
Doquier se cumple tu voluntad,
“¡Sea la paz!” “¡Sea la paz!”
Tu voz resuena en la inmensidad,
“¡Sea la paz!”
2. Maestro, mi ser angustiado
te busca con ansiedad;
De mi alma en los antros profundos
se libra cruel tempestad.
Asalta el pecado a torrentes
sobre mi frágil ser.
¡Y perezco, perezco, Maestro!
¡Oh, quiéreme socorrer!
3. Maestro, pasó la tormenta,
los vientos no rugen ya,
Y sobre el cristal de las aguas
el sol resplandecerá.
Maestro, prolonga esta calma,
no me abandones más;
Cruzaré los abismos contigo,
gozando bendita paz.
LETRA: Mary A. Baker, 1874, trad. Vicente Mendoza*, alt.
MÚSICA: Horatio R. Palmer, 1874, alt.
* * Vicente Mendoza P. (1875–1955)
Hijo de un tipógrafo evangélico, Vicente empezó a trabajar en las imprentas desde los once años. Más tarde decidió asistir a un instituto bíblico, y después sirvió al Señor como pastor itinerante en el Estado de Puebla, México.
Desde sus días de estudiante había comenzado a traducir himnos al español y a escribir la música y letra para otros hasta tener una colección de más de 300. Publicó el himnario, Himnos Selectos, en 10 ediciones.
El contó que su himno, “Jesús es mi Rey soberano” (Vea #243), fue inspirado durante un fuerte aguacero. Como no pudo salir a la calle, empezó a tocar el piano. Pensando en la maravillosa verdad que Jesucristo es a la vez Rey soberano y amigo anhelado, trazó las líneas del precioso himno, y lo terminó ese mismo día.
Llegó a ser profesor de un seminario evangélico y ayudó en la obra del Señor con verdadero gozo hasta la edad de 80 años.
Iglesia Biblica Amistad
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